Dolor y malestar - Dolor de estómago, gases, ardor

Estreñimiento en invierno: aprende a mejorar tu regularidad

Con el frío del invierno muchas personas tendemos a hacer oídos sordos al reflejo evacuatorio, ya que no apetece quitarse la ropa para ir al aseo, especialmente en situaciones de mayor exposición al frío, como en estaciones de esquí o en lavabos públicos. Esta práctica –obviar el reflejo evacuatorio– acaba condicionando a una respuesta fisiológica: estreñimiento, lo que suele producir malestar y dolor de estómago. Sigue leyendo, te contamos porqué se produce y cómo puedes solucionar el estreñimiento.

En efecto, no atender a tu reflejo evacuatorio, es decir a las ganas de ir al lavabo, de forma continuada acaba por mitigar el reflejo y desaparecer.

En invierno, y sobre todo si estás ejercitando deporte al aire libre, como el esquí, las raquetas o el trekking, es probable que intentes evitar ir al baño por una cuestión de comodidad. Con el frío no apetece desvestirte y tampoco las múltiples capas de ropa, especialmente si son deportivas, facilitan el hecho de ir al baño. Con todo esto, no es de extrañar que al cabo de todo un día, aun habiendo hecho ejercicio, hayas ignorado el reflejo evacuatorio. Si repites esta práctica durante algunos días, puedes acabar provocándote estreñimiento.

Es recomendable que atiendas las ganas de vaciar los intestinos para recuperar su función normal. El ejercicio físico contribuirá a la movilidad intestinal que, a su vez, facilita el tránsito en los intestinos. Es recomendable llevar a cabo esta practica puesto que así se evitan otros problemas digestivos como la formación excesiva de gases o el dolor estomacal. Si ingieres alimentos ricos en fibra, contribuirás al buen funcionamiento intestinal. Recuerda beber agua; la combinación del ejercicio con el viento y el frío puede provocarte deshidratación y por tanto, heces secas. Incrementar el aporte de fibra debe ir de la mano de una mayor hidratación.

Aunque estés de vacaciones, intenta no alterar los horarios y rutinas de las comidas, es fácil que acabes comiendo mal durante el día y demasiado por la noche, por lo que es importante que tengas presente la necesidad de incluir verduras en todas tus comidas y que te lleves una fruta o unos frutos secos como tentempié a media mañana y a media tarde.

Y, por último, el uso de prebióticos y probióticos–como la fibra de los cereales o los microorganismos propios de la flora intestinal, respectivamente– pueden ayudarte a prevenir el estreñimiento y mantener la regularidad intestinal.