Cuidado personal - Cuidado íntimo
La importancia del pH en la zona íntima
Seguramente habremos oído hablar de la importancia del pH del jabón que usamos para lavarnos, ya que es fundamental para mantener un equilibrio del pH de nuestro cuerpo. El pH es una medida de la acidez o alcalinidad de una sustancia, y el del cuerpo humano se puede medir a través de sus fluidos orgánicos como: sangre, orina, saliva o flujo vaginal. En este post de enseñamos a desarrollar un correcto cuidado íntimo.
¿Cómo actúa el pH en la zona íntima?
Su repercusión tiene que ver con la salud de la barrera microbiológica natural de la vagina. La microbiota vaginal actúa como una defensa natural ante todo tipo de gérmenes que podrían desencadenar en algún malestar como picor vaginal, escozor vaginal, candidiasis vaginal o incluso infección vaginal.
¿Y cómo actúa esta barrera?
A través de un mecanismo de acidificación vaginal (es aquí donde entra en juego el pH). A tener presente que, en la infancia y la menopausia, la función depuradora de la vagina tiene poca presencia por considerarse innecesaria por parte del propio organismo. Sin embargo, en la mujer con actividad hormonal cíclica, es decir, en edad fértil, la barrera microbiológica natural de la vagina está completamente operativa.
Si por algún motivo el índice de acidez determinado por el pH de la zona íntima estuviera alterado, podría favorecer la aparición o continuidad de infecciones, por ello, es importante consultar con el farmacéutic@ o ginecólog@ para que pueda aconsejarnos el uso de productos que ayuden a mantener y restablecer el índice de pH correcto si aparecen síntomas.
¿Por qué se producen alteraciones en el pH vaginal?
El cuerpo está preparado para adaptar de forma natural el nivel de acidez o alcalinidad del pH vaginal, sin embargo, el equilibrio natural puede romperse por diferentes causas:
- La diabetes.
- La obesidad.
- El embarazo.
- Los tratamientos antibióticos recientes o reiterados.
Además, el lavado excesivo de la zona íntima con productos no específicos puede tener consecuencias en la salud íntima. No es recomendable obsesionarse ni limpiar la zona en exceso, pues la limpieza abusiva del área genital de la mujer puede derivar en problemas ginecológicos como infección por hongos (candidiasis vaginal), otras infecciones o sequedad vaginal. La vagina cuenta con su propia microbiota bacteriana que puede verse afectada si exponemos la zona a una limpieza desmedida.
Lo mejor es acudir al farmacéutic@ o al ginecólog@ para que nos ayude a encontrar una solución si llegásemos a experimentar cualquiera de los siguientes síntomas:
- Cambios en el flujo vaginal.
- Flujo vaginal maloliente.
- Prurito, picor vaginal.
- Escozor.
- Sequedad vaginal.
- Disuria, es decir, dolor o dificultad para orinar.
- Dispareunia, molestias o dolor genital en las relaciones sexuales.
- Vulvodinia o dolor en la vulva.
Y en la menstruación, ¿cómo debe ser la higiene íntima? Durante la menstruación, la mujer tiene que cuidar su zona íntima con el fin de evitar infecciones o problemas derivados de una higiene escasa o inadecuada.
Lo correcto en el cuidado de la higiene íntima femenina es encontrar el equilibrio que supone no obsesionarse al respecto sin caer en el descuido y el abandono de una de las partes más delicadas del cuerpo femenino; siempre usando productos diseñados específicamente para mantener el pH de la zona vaginal.
Para ayudar en la higiene íntima y con el asesoramiento del profesional sanitario, se pueden utilizar productos que ayudan a restringir el desarrollo de bacterias nocivas y favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas (lactobacilos), fomentando el restablecimiento de un pH vaginal óptimo.
Recordad que en nuestro blog tenemos más consejos y recomendaciones para la salud íntima y bienestar físico.